¿Política o religión?

No sin antes dejar claro que no pertenezco a partido o movimiento político alguno, me gustaría esgrimir algunas conclusiones a las que he llegado luego del revuelo hecho por los medios de comunicación y con ello la agitación de todos aquellos amantes de las redes sociales, que más allá de analizar a fondo el énfasis de la problemática, solo reproducen una y otra vez la información entregada.

Deberíamos limitarnos a ingerir el concepto de quienes por esta época prestan apoyo a cualquier fuerza política (llámese canal de televisión o emisora radial) que pretenda dar beneficios económicos a cambio de estar bien posicionadas a las puertas de una futura contienda electoral en el país.

Entonces, sería correcto pensar que aquellos partidos políticos que se escudan o profesan ser 100% católicos por ejemplo, deberían estar en el ojo del huracán por no permitir que una mujer (por nombrar sólo una exclusión) no pueda oficiar la celebración del sacramento de la eucaristía.